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4/2007 – El caso Mesic. en Croacia apuros y defensas de obligación

La crisis diplomática comenzada entre Italia y Croacia causada por las improvisas y reiteradas declaraciones del presidente croata Mesic sobre éxodo y Foibe puede formalmente considerarse cerrada. Recordamos que el 10 de febrero, el jefe de Estado Napolitano había reconocido, en el curso de la conmemoración en el Quirinale, el «conjuro del silencio» sobre aquellos eventos, reconociendo sin medios términos «la responsabilidad de haber negado o tendido a ignorar la verdad, por prejuicios ideológicos y ceguera política, y de haberla cancelado por cálculos diplomáticos y conveniencias internacionales». El 12 siguiente el presidente Stipe Mesic acusaba Napolitano de racismo, revisionismo histórico y revanschismo político. La reacción italiana ha sido inmediata y durísima, el premier Prodi, el ministro de Asuntos Exteriores D'Alema, todos los exponentes del gobierno y de la oposición se han declarado en defensa del Presidente Napolitano y de la posición expresada por éstos.  También la Comisión europea, por medio de la portavoz Pia Ahrenkilde Hansen, había definido «el lenguaje usado por el presidente de Croacia Stipe Mesic inapropiado», añadiendo que «la Comisión retiene que este encendido cambio demuestre cuanto sea importante la integración europea», y que «la integración europea, basada sobre criterios de adhesión bien definidos, será juzgada según los méritos de cada País».
Y el 17 de febrero, consciente de la imagen dejada en la sede internacional, Mesic distribuía una nota en la cual reconocía que «en las palabras del presidente Giorgio Napolitano no  había ninguna referencia polémica sobre Croacia, […] y ni siquiera contenían inspiraciones revanchistas ni histórico-revisionistas».

Pero también apuro en Croacia.
El semanal “Globus”: que Mesic dimita

 Las exteriorizaciones de Mesic han puesto en grave apuro al gobierno de Zagabria, comprometido en el difícil y largo camino de Croacia hacia la asociación con la Ue. Mientras el Ejecutivo croata se esforzaba en subrayar el interés común por las relaciones de buena vecindad, críticas significativas sobre el comportamiento del presidente croata han aparecido en la prensa de más allá del confín, también eslovena, sobretodo por el tono y los modos usados.
 En Croacia una parte significativa de la prensa parecía no querer enfatizar las fricciones con Italia, relegando las salidas de Mesic (pero también las réplicas italianas) en las páginas internas. El periódico de Zagabria, “Jutarnji List”, ha publicado un comentario de Zeljko Trkanjec, que acusaba sin rodeos a Mesic de haber sido inoportuno y sin compostura. Las palabras del presidente – ha escrito Trkanjec – «han sido de verdad duras y no se usan en las comunicaciones entre jefes de Estado en Europa». En cuanto a las «cuestiones de la historia – se lee en el artículo –, conviene despolitizar y dejar a la historiografía, sin usarlas para buscar consensos en el frente de la política interna».
 Pero la intervención más clamorosa es sin duda aquella del semanal zagabrese “Globus”, que llega a pedir, por el bolígrafo de Denis Kuljis, uno de sus comentadores de punta, la dimisión de Mesic.
En su comentario, el periodista ha juzgado correcto el discurso de Napolitano en ocasión del Día del Recuerdo. «Lo llevado a cabo por el ejercito de Tito en los territorios de Friuli Venecia Giulia después de la guerra no ha sido otra cosa que limpieza étnica – así Kuljis – ejecutada despiadadamente y con el intento de eliminar la población autóctona de aquellas áreas. Un numero exiguo de italianos acabó en las foibe; otros has sido ahogados en el mar llevando encima pesos pero la mayor parte ha sido enviada al exilio con una combinación de medidas políticas represivas y la ruina económica que iban a encontrarse. Todo en la óptica de la susodicha técnica revolucionaria de expropiar al expropiador».
En el describir las áreas triestina, goriziana y zaratina ha recordado que en el 1910, o sea, antes de la «ingeniería» demográfica fascista, el 61% de la población era de lengua madre italiana, el 25% eslovena y sólo el 13,5% croata. El periodista de “Globus” recuerda además que un destino análogo tocó después de la guerra a otras poblaciones no eslavas, como los alemanes de Eslovenia, Eslavonia y Vojvodina, los turcos y los albaneses en Macedonia y Kosovo, obligados a emigrar a continuación de las liquidaciones de masa y de las fuertes presiones políticas y económicas. Un proyecto definido del régimen de Tito, del cual según Kuljis se debe hablar: «No somos nosotros los culpables por cuanto perpetrado hace 60 años, nos sentimos solidarios con los italianos». Y nota como el principal consejero de Mesic para la política exterior sea Budimir Loncar, en aquella época responsable del Ozna (la policía secreta de Tito) para parte de Dalmazia.

Desconcierto en la comunidad italiana más allá del confín
Radin: «En Croacia los italianos turbados por la dureza de los tonos»

El desconcierto ha sido el sentimiento preponderante en la minoría italiana en Croacia por las palabras de Mesic. El diputado italiano al Sabor Furio Radin: «Sobre estos temas hace falta tener un acercamiento más serio y Mesic habría debido usar mayor equilibrio sobre un tema sobre el cual hay un nivel de sensibilidad altísimo». «De las Foibe –precisa – hay que hablar con palabras y tonos que estén en grado de despolitizar el problema». «Yo mismo he propuesto el poner un símbolo en la Foiba de Vines.
Y pienso que este sea propio el momento más oportuno para hacerlo, para cerrar así polémicas anacronistas y para dar un visible signo de piedad». «También porque no hay una tragedia que pueda relativizar a otra. […] En Istria he advertido un sentimiento de susto que concierne a todos, de la mayoría croata a la minoría italiana, a las otras minorías. Nos encontramos cerca  del confín y por tanto golpes y contra golpes se sienten más. En Zagabria sin embargo he percibido una sensación de rechazo de parte de la gente por algunos pasos del discurso de Napolitano sobre las foibe, y hablo de la furia sanguinaria eslava, que ha despertado antiguos estereotipos. Y han tenido reacciones de disentimiento también por la respuesta del presidente croata Mesic».
Sobre el problema de los bienes abandonados, Radin ha declarado «Cuando hablo de bienes abandonados quiero decir antes que se trata de una cuestión de falta de respeto de los derechos humanos. Hace seis decenios los derechos de los desterrados fueron infringidos  sea por la Federación yugoslava, sea por Italia que pagó los daños de guerra con sus bienes. A los desterrados se debería pedir perdón por todo lo cometido de cara a ellos».
Desde el punto de vista histórico «cada vez que no se da un paso adelante se va uno hacia atrás». Lo sostiene Raoul Pupo, uno de los historiadores italianos experto sobre problemas del confín oriental del Novecientos. Sobre la dificultad de las Foibe, Pupo remarca que «diversos presidentes de la República italiana se han detenido en el problema, pero Napolitano ha dado, con mayor firmeza, satisfacción a los sobrevivientes y a los familiares». Sobre las afirmaciones de Mesic, según Pupo «van inseridas en el particular momento político de Croacia que en pocas semanas irá a votar».

p.c.h.
(traduzione di Marta Cobian)

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